lunes, 25 de junio de 2012

MI TALLER




                 

         Hay un espacio en la vida de cada artista donde celosamente se vive con intimidad, un lugar muchas veces casi secreto en el que se desarrolla la creatividad, donde se dialoga con la inspiración, un sitio personalizado en el que no se permiten los intrusos, o los ruidos excesivos; es el eje de mente y corazón que conduce a la plasmación física de aquello que se experimenta desde el interior.

        Seguro que ya está claro cuál es ese lugar: el taller o mejor "Mi Taller" por el inevitable sentido de posesión que implica. Todo artista necesita un permanente encuentro consigo mismo para poder crear aquello que siente y que está gestando, para poderlo trabajar a su propio ritmo y tiempo.

   


Entrada  del  Taller  de  Teresa

            Es también muy cierto que como el arte y la belleza son difusivos "por se", a veces los mismos artistas necesitan compartir su obra con otros a los que invitan a ir a su taller para tener un intercambio de pareceres y experiencias. Normalmente la iniciativa es de ellos. Recuerdo con gozo mis visitas a los talleres de Ana Ayén y de Sánchez Gerada.


      Uno de los recuerdos que más grabados tengo de mi suegro José Antonio Cía es precisamente la necesidad de su taller que él organizaba bien en una habitación de su casa donde se retiraba  a pintar en el silencio de la noche hasta altas horas de la madrugada, o bien en un extremo de la terraza del ático de su apartamento teniendo como testigos y compañeros la playa y el mar, o en una buhardilla estilo parisino en pleno centro de Alicante. Salía con el rostro transformado de exaltación por su permanente coqueteo con la belleza y hasta con la trascendencia.

   

       También Teresa con su sentido genuinamente de artista hizo del taller una parte de su vida, al principio incluso compartiéndolo con su padre lo que desembocó en una permanente comunicatividad mutua que unía y amalgamaba un sentido de búsqueda y expresividad de lo bello y de lo original; que convergía en una recíproca interacción de padre a hija y de hija a padre. Cuando yo visitaba ese taller viendo a los dos enfrascados en sus tareas, confieso que más de una vez sentí una vibración emotiva en mi alma.




                Posteriormente y dado el crecimiento de la obra de Teresa tuvo que buscar otro lugar como taller también bañado de luz y la visión natural de arbolado a pesar de estar en pleno centro de Alicante.

                Hay, además, otra visión del taller como proyección a otras personas que desean recibir conocimientos y técnicas de expresión artística y plástica mediante cursos "ad hoc". Teresa hace más de doce años formó su taller "Ventana Abierta" llegando a tener más de cien alumnos. Dada la extensión de este tema lo trataré en el próximo capítulo o entrada.





       

        Yo me pregunto como amante del arte y la belleza ¿no tengo acaso un taller propio y personal donde poder tener una mirada vital a mi ser vivo que me permita analizar, proyectar y construir mi propia conciencia modelada por la libertad? No tengo más remedio que para salir del ruido diario, de los problemas incesantes, de las inseguridades y miedos que nos envuelven... para salir de todo eso y para encontrar mi yo, mi auténtica personalidad tengo que hacerme desde ya "mi taller".

       Mi taller es fácil. Lo tengo todo a mano. Basta que encuentre un sitio en mi casa y una hora lo bastante pacífica para en un simple sillón, por ejemplo, aislarme durante diez minutos y mirar dentro de mí, tan sólo eso.

       Estar conmigo sintiendo el suave discurrir de mi respiración que lentamente recorre todo mi cuerpo y lentamente fluye al exterior. Sentir ese contacto con al vida a través de lo más simple. Después de unos pocos minutos de relajación, sin pensar en nada (las preocupaciones para después), vamos recorriendo nuestro cuerpo físico viéndolo como en un espejo y centrándonos unos instantes en infundirnos energía y luz, mucha luz en nuestro consciente recorrido... iremos notando que una sensación de paz nos va inundando. Estamos cargándonos las pilas... Y así todos los días buscando nuestro taller sin que nos dé vergüenza que nos puedan ver, pues también será un bonito testimonio para todos. A eso yo le llamo "automeditación", o al menos es un inicio de ella.




José Antonio Cía - Reflexismo sobre la Palmera de la Nit de San Joan


                Cuadro que además de ser representativo de nuestras fiestas recién celebradas, manifiesta la alegre exuberancia de la luz y alegría propias de quienes procuramos construir nuestro Taller en el centro de nuestra vida. Vale la pena... 


                 Ello nos traerá permanentes momentos de paz como reflejo también en ese susurro musical que ofrezco.




           


            

domingo, 17 de junio de 2012

AUTORRETRATO



          Estoy convencido que la mayoría de artistas plásticos les gusta de una alguna manera tener su propio autorretrato. Resulta sugestivo poder plasmar sobre el lienzo o en busto escultórico la propia imagen tal cual uno se la ve. Basta con ojear cualquier libro de arte para encontrar muchos ejemplos.

          Pienso,  además,  que  la curiosidad y el deseo de saberse expresar sobre cómo nos vemos a nosotros mismos es algo que todos llevamos dentro . Todos portamos de una manera más o menos consciente nuestro propio "autorretrato". Nos importa un mundo lo que los demás piensen de nosotros, cómo nos ven... De hecho  condiciona nuestra conducta y nos adapatamos constantemente, de una forma u otra, al retrato que queremos que tengan de nosotros para así sabernos aceptados y queridos.

           El autorretrato no sólo es la imagen propia que nosotros mismos plasmamos en formato plástico. Es, diría yo sobre todo, la imagen que cada uno conscientemente desea crear de sí mismo...

           Teresa me dijo hace años que hay dos figuras realizadas por ella que la definen, que son como expresión de su yo y de su autorretrato. Recordándolo, deseo ahora componer su "autorretrato".
Mujer creando
Retrato de Ana - 2012

   
       Este hermosísimo busto escultural de una joven muy hermosa  que va guardando el misterio de la vida en sí misma,que la va creando y desarrollando paso a paso, es expresado por Teresa en la parte de su cara que está incompleta, que debe irse desarrrollando con el devenir de las cosas...

      Lo mismo sucede con el bellísimo retrato que hace de nuestra hija Ana, en la flor de la vida, y cuyo rostro tan bien configurado expresa cómo una parte del mismo todavía no está del todo hecho. Es la propia conquista de lo que uno quiere realizar de su propia vida. Es, sin duda, una maravillosa expresión del autorretrato que todos buscamos realizar de nosotros mismos.

     La segunda figura que Teresa  ve como representación de ella misma,  es la que aparece a continuación titulada muy sugestivamente "El baile" y representa la lucha y conquista de la propia autorrealización.




El baile
















      El baile con un toro representativo de la vida nuestra.

     Vida que como el toro requiere valor, inteligencia, lucha... La vida propia como baile de fuerzas, de energía, de peligros, de miedos... Baile permanente que nos hace crecer en una autorrealización nada fácil pero apasionante.

      Esta combinación expresada mediante los dos tipos de obras me llevan a reflexionar, también con el corazón, en ese proyecto que todos tenemos que se llama "autorretrato"; ¿acaso no tenemos, al menos en un rinconcito de nuestras entrañas vitales, una mirada de frente al yo para visualizar nuestro propio proyecto de vida?...





Creo que ya tocaba un retrato real de Teresa como complemento del propio autorretato...

           ¡A que es bellísima!

miércoles, 6 de junio de 2012

MATERNIDAD

           Maternidad es la realidad más sagrada y vital que existe.
       
          Ser madre es crear vida, alimentarla, desarrollarla... La vida es creación. Creación siempre y continuamente evolucionada. Y esa génesis incesante de creación precisamente se realiza por la maternidad. El misterio de la vida es, pues,  el misterio de la maternidad. Y en ese misterio todos participamos, nos  engloba a todos.

Racimo
           Cuando miro con los ojos del alma "la maternidad", me doy gozosamente cuenta de que también yo formo parte de ella; de alguna manera todos somos "madres"... En esta realidad profunda y envolvente que vivimos, ¿acaso no estamos dando vida, creando realidad vital en todo lo que hacemos y en todo cuanto sucede a nuestro derredor?...

          La vida es una continua evolución de energía global que se va desarrollando y en la que todos también participamos,  incluso en aquellos pequeños detalles que conforman ese sentido del misterio llamado vida que se realiza precisamente mediante la "maternidad". Por ello me siento parte integrante del universo también como creador.
       

     
        Pero  dentro de esta visión integral,  al pensar  en la Maternidad viene a la mente y al corazón la figura por excelencia de la madre, madre concretizada en un "alguien". En mi caso, lo tengo que reconocer, basicamente en la madre de mis hijos.
     
        Y es la madre de mis hijos porque también yo he participado y participo en esa misma maternidad.  Maternidad vivificada y reinventada permanentemente a lo largo de toda la vida, pues entre los dos vamos creando amor cada día.

         La realidad de la "Maternidad" se expresa también en cómo  ha fraguado Teresa esta escultura titulada expresivamente "Racimo"  pues no se han ido "pegando" cada figura infantil a la madre, sino que todo surge de una misma pieza de barro que se va tallando de forma unitaria para crear, como un todo, la madre y los hijos. Expresión de cómo la maternidad es la prolongación de la misma vida en los propios hijos.
Madre pensando en otras cosas
Prematernidad - Medalla Plata, Bézirers

          Maternidad expresada y esculpida con ese realismo poético que manifiesta Teresa  en su alma de madre...

         Madre serena, que goza de su destino, que mira siempre adelante, que acompaña a los suyos y se siente necesitada por los suyos... ¿Hay una mejor expresión de amor?

       











































     
       

       

         Teresa con 19 años ya expresó poéticamente lo que años más tarde también realizó con sus esculturas.

         LANDA ATMOSFERICA, Nº 4


        Con aire distraído
        bajo mi mirar al vientre.
        Se me trasparentan los ovarios
        color luz. Color polen. Color nene.
                         Y una vez más,
        sueño con las playas blancas de mi vida,
        playas fantásticas en luz,
        de arena suave
        como la palma de tus manos,
        de eme asimétrica,
        de mímica amorosa.
        Expresividad corpórea de lo que me quieres.

       (Del libro "Desde el amor y la espera". Autora, Teresa Cía)

                                         La verdad, algo de mí también veo en este poema...

lunes, 4 de junio de 2012

¿ESTAN ESCRITOS NUESTROS NOMBRES EN EL CIELO?


nbsp;Es cierto. Parece cursi, pero tiene su punto...

     Después de la anterior entrada sobre "Enamoramiento" no viene mal una "frivolité" por lo menos curiosa y hasta amable, tal vez.

    ¿Quién viendo estas fotos robadas al tiempo no intuye una cierta sintonía de seres que vienen de las estrellas sin saberlo y que van a formar una mínima pero propia constelación?
Teresa vestida de ballet

    A mí me parece bonito.

   Al menos visto desde ahora y habiendo pasado más de cincuenta años, uno puede intuir cómo la formación misteriosa del devenir de la vida, va elaborándose desde la eternidad en una incesante amalgama de fuerzas energéticas vitales, plenas de sentido místico,luminoso y esperanzador.

    Ese ignoto camino de estrellas, de alguna manera nos ha ido preparando para nuestro encuentro final...

José Luis con 9 años en la Filá de Montañeses
    ¿Por qué no?